(Mónica Romero Girón)
Desde hace varios años trato de no perderme la entrega de los premios Barco de Vapor y Gran Angular, otorgados por la Fundación SM. Una de las cosas que más disfruto de esta entrega es escuchar los discursos, pues puedo llegar a conocer parte de la ‘historia’ de la historia que comenzaré a leer: la obra ganadora.
En la FIL Guadalajara 2017, se otorgó el Premio Barco de Vapor a Pamela Pulido por su obra Mi hermano derecha, la segunda novela de esta escritora mexicana nacida en Monterrey, quien estudió la licenciatura de Ciencias de la Comunicación en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y cursó la especialización en Guion Cinematográfico en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC).
Recuerdo que en su discurso mencionó que en las fiestas decembrinas de 2016 ella se encontraba en el proceso de escritura de la obra que enviaría al concurso y que mientras su familia salía de paseo ella se quedaba en su cuarto trabajando.
Mi hermano derecha es una novela para niños que trata sobre el descubrimiento de uno mismo, de los talentos que podemos albergar en nosotros y no nos damos cuenta de tenerlos. Contada por un narrador bastante singular, Zamuel, la mano izquierda, insegura y temerosa, de un niño diestro que, además, es considerado el mejor pícher de su escuela, Pamela logra una novela divertida y sensata sobre los sentimiento y emociones que los niños pueden tener al verse inmersos en una situación de competencia. Asimismo, nos lleva a una reflexión sobre si los talentos son algo innato o se van desarrollando a través de práctica, disciplina y amor.
Cuando leí Mi hermano derecha pude imaginar a Pamela en época decembrina escribiendo en su cuarto, descubriendo su talento y desarrollándolo. Y no importaban las horas que le llevaran terminar la novela, ella lo disfrutaba porque lo que estaba haciendo iba más allá de pulir un talento, ella estaba procura una pasión.
En la siguiente entrevista Pamela nos comenta sobre cómo surgió la idea de una obra para niños que la hizo merecedora del Premio Barco de Vapor 2017.
Pamela, cuéntanos un poco sobre cómo surgió la historia de Mi hermano derecha.
PP: Dos preguntas iniciaron esta historia. La primera, ¿qué es el talento? Me la hice cuando tenía diez años y era gimnasta. Veía como otras niñas sacaban los ejercicios antes que yo y se referían a ellas como “talentosas”. No sabía qué significaba eso y no me convencían las explicaciones que me daban.
La segunda, ¿qué sentirá mi mano izquierda? Me la hice hace dos años, cuando imaginé un mundo donde las manos pudieran ser hermanos. Yo, al ser diestra y muy torpe con mi izquierda, pensé que mi mano debía tener el mismo dolor, inseguridades y dudas que yo cuando era niña.
Pero, ¡ah caray! Todavía no tenía una respuesta a qué era el talento. Creo que con esta historia y el camino de estos personajes llegó a una respuesta que me satisface.
La competencia y la inseguridad son dos temas importantes que se tocan, pero se les contraponen la empatía y seguridad. ¿Cómo fue el proceso creativo al poner sobre la mesa estos temas?
PP: La competencia es un tema natural en el mundo de los niños. Constantemente están siendo comparados en la escuela, familia y hasta por ellos mismos. La búsqueda de identidad, al menos en esta sociedad, se empieza desde chico cuando uno descubre qué alguien es muy bueno en matemáticas y el otro para el futbol. El niño constantemente se pregunta: ¿Dónde quedo yo en esta jerarquía? ¿Quién soy yo? ¿Para qué soy bueno?
Quería retratar esta competencia, pero principalmente los errores que se cometen al competir. La competencia se vale. Solo hay que aprender a competir bien. Un ejemplo de competir bien para mí, es cuidar las expectativas y ponerse objetivos realistas. Es la manera más sana de competir que encuentro y esto es una de las cosas que aprenden los personajes en la novela.
Zam es una mano izquierda, pero si él compitiera a las carreras con un pie, su camino estaría lleno de frustración.
En la novela, el dolor es un tema que está muy presente como un sentimiento que te puede llevar a un camino de más dolor; sin embargo, también se puede trasformar en algo positivo y, a través de éste, conocer buenas facetas de uno mismo. ¿Qué te llevó a abordar este tema, y de esta manera, en una novela para niños?
PP: El dolor es inevitable. Es un sentimiento poderosísimo. Carga una energía que nos sacude sin importar la edad que tengamos. Lo sentiremos a lo largo de toda nuestra experiencia humana. Pero creo que al niño se le resguarda tanto de él que cuando lo siente, no tiene las herramientas emocionales para hacerle frente. Quería contar esta historia sin huirle al dolor. El personaje del entrenador me ayudó para ejemplificar un dolor que nunca fue encarado.
Zamuel es un personaje bastante peculiar, la mano izquierda de un niño diestro. ¿Por qué escogiste las manos, precisamente, para contar tu historia?
PP: Las manos eran los personajes perfectos para contar esta historia. Creo que el chiste se cuenta solo. Una mano tiene naturalmente más habilidades físicas que la otra. También, se me hizo gracioso el significado de la palabra diestro y zurdo. Hasta en el lenguaje se les discrimina a las manos izquierdas. Pude haber elegido que Dan, la mano derecha contara la historia. Pero sería una historia distinta y los temas también serían otros.
Marianela es un personaje clave en la novela ¿Podrías platicarme un poco más sobre su papel en la novela?
PP: Marianela es la voz de la razón. La necesitaba para ponerle cordura a este mundo. Todos pasamos por momentos difíciles y cuando estamos en ellos, necesitamos una mano firme y una voz positiva que te diga: “Levántate. No pasa nada. Vuelve a intentarlo”. Esa es Marianela.
Por último, ¿tienes proyectos en puerta? Podrías platicarnos un poco de ellos.
PP: Estoy escribiendo mi primer proyecto para adultos. Acabo de terminar el primer capítulo de la novela, así que todavía no sé muy bien de qué va. Pero tengo mucha curiosidad de ver a dónde me llevan estos personajes. Son absurdos e increíblemente honestos.
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Mónica Romero Girón es Licenciada en Lengua y Literatura Modernas Inglesas por la UNAM, el Máster en Promoción en la Lectura y Literatura Infantil dirigido por el CEPLI de la Universidad Castilla La Mancha. Ha trabajado como gestora cultural, agente de ilustradores y editora. En 2016 recibió el reconocimiento de la Asociación Mexicana de Ilustradores por su labor como promotora de la ilustración. Actualmente es Coordinadora Editorial de Literatura Infantil y Juvenil en una de las editoriales más reconocidas en México, miembro de la Red Iberoamericana – Laboratorio Emilia de Formación y colaboradora del Blog ReLIJ-Ibero.