(Emilio Caroba)
En todas las épocas y todas las ciudades, se han contado historias de fantasmas. Pero, ¿qué tanto se conoce y desconoce de ellas? ¿Los fantasmas sólo acechan en las casas embrujadas y los viejos castillos? ¿Cómo se manifiestan entre los seres vivos? ¿Cuáles son sus asuntos pendientes en el Mundo Físico? ¿Cómo funcionan las reglas del Mundo Espectral? Y lo más importante, ¿quiénes son las niñas fantasma y por qué casi nadie habla sobre ellas? Todas estas cuestiones y mucho más se encuentran en El club de las niñas fantasma, novela de ficción juvenil escrita por Raquel Castro y Alberto Chimal, ilustrada por Samantha Martínez, y publicada por Alfaguara en junio del 2021.
La historia comienza con Carmen y René, dos compañeros de escuela cuyas mamás trabajan en el mismo edificio de oficinas. Aunque al principio no parecen llevarse bien, debido a que Carmen es la líder de su grupo de amigas populares y René un niño tímido siempre acosado por los bullies de sexto, ambos descubren que comparten una misma afición: las historias de terror. Un martes por la tarde después de clases, escuchan la historia de un fantasma que habita en el mismo edificio donde trabajan sus mamás. Particularmente, el fantasma de una niña.
Luego de investigar mucho sobre el tema, Carmen y René se infiltran una noche en la oficina para comprobar la veracidad de los hechos sobrenaturales. En medio de la oscuridad y el vacío del lugar, encuentran a Isabel, la famosa niña fantasma del cuarto de las copiadoras. A partir de ese momento, los dos amigos descubren ciertas nociones que franquean los límites entre el mundo de los seres vivos y el mundo espectral, y otras que escapan de todo entendimiento sobre la vida después de la muerte. Hay fantasmas que manipulan la materia, otros que cambian de forma; las únicas criaturas capaces de transitar entre una dimensión y la otra son los gatos (aunque esto sólo se trata de una hipótesis no verificada), y el Coco es más una amenaza real que una leyenda de las culturas humanas.
Sin embargo, no todo lo relacionado con el mundo de los fantasmas es fascinante como parece, ya que Carmen y René conocen la triste realidad de Isabel: no puede salir del último lugar donde estuvo con vida debido a una ley mal escrita en el reglamento de la Oficina de Control de Accesos Inmateriales (también conocida como O.C.A.I.). Ante esta problemática, los tres deciden averiguar más casos sobre otras niñas fantasmas atrapadas en otros lugares de la ciudad para ayudarlas a cruzar al Más Allá.
Bajo un tratamiento sencillo y bien fundamentado con el lore básico de las historias de fantasmas, el trabajo colaborativo entre Raquel Castro y Alberto Chimal muestra una narrativa cargada de misterio y humor en la cual tanto niños y jóvenes como adultos se verán involucrados en una experiencia de lectura ominosa, especulativa y divertida, similar a la irrupción sobrenatural que viven los niños protagonistas de la historia. Además, la novela incluye los intersticios de un documento de procedencia aparentemente dudosa conocido como “Fantasmas y el Mundo Espectral: una Guía Básica”. Mediante este recurso paratextual, los lectores acceden a un breve compendio de información sobre el mundo de los fantasmas, desde la naturaleza de su existencia sobrenatural hasta las instituciones que componen la burocracia espectral.
En pocas palabras, El club de las niñas fantasma construye un universo de fantasía donde todo lector y lectora no sólo acompañan a Carmen y René en sus peripecias con Isabel y las demás niñas fantasma, sino que también participan como cómplices en el entendimiento sobre cómo operan las diversas y complejas reglas del Mundo Espectral, las cuales sirven de alegoría sobre lo desconocido, lo voluble y hasta lo injusto de las mismas leyes del Mundo Físico, como una especie de llamado para trabajar integralmente en equipo, alzar la voz y proponer soluciones asertivas a los problemas actuales.
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Emilio Vázquez Romero Castany, alias Emilio Caroba, cursó la licenciatura de Literatura Latinoamericana en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Colaboró como traductor y miembro del consejo editorial en el segundo número de Hélice, una revista de poesía, arte y traducción dirigida por la Maestra Margot Agami Sobol en Prepa Ibero. Actualmente es asistente editorial en la revista LIJ Ibero y reseñista del blog https://relijibero.wordpress.com/